domingo, 7 de agosto de 2011

Conoce la estrategia más sana contra el estrés

Conoce la estrategia más sana contra el estrés... El estrés no es una enfermedad, sino la respuesta física y mental a los ajustes que realizamos ante los diversos acontecimientos que nos toca vivir.

A continuación, Conoce la estrategia más sana contra el estrés:

Cuando esa respuesta se transforma en una reacción prolongada e intensa puede desencadenar problemas físicos y psíquicos graves, como dolencias cardiovasculares y la aceleración del proceso de envejecimiento.
Si bien no hay recetas mágicas para combatir el estrés, se sabe que modificar algunas actitudes frente a los problemas y adoptar hábitos de vida saludables son algunos de los cambios que nos ayudan a mejorar. Veamos cuáles son las áreas de nuestra vida sobre las que podemos actuar con mayor intensidad para reducir nuestros niveles de estrés.
Combata el sedentarlsmo
La actividad física practicada regularmente ayuda a crear un sentimiento de bienestar general. El ejercicio más sencillo es caminar. Una caminata diaria de 30 minutos nos ayudará a reducir el estrés muscular y mejorar nuestro humor. Cuando en la oficina se presenta una situación agobiante, una buena opción resulta levantarse y dar una mínima caminata para inspirar y exhalar. Esta será una buena oportunidad para descargar ansiedades y broncas.
Aprender a compartir, tolerar y ser flexible

Se ha comprobado que aquellas personas que transmiten sus emociones padecen menos problemas de salud. Cuando surgen cambios, trate de aceptarlos y piense que existe más de una forma de resolver un problema, asimismo intente comprender a otras personas y otras costumbres. Cuando la invadan pensamientos negativos reemplácelos por otros positivos.

Conózcase a si misma

Tanto la ausencia de influencia como la necesidad excesiva de ejercer influencia sobre los acontecimientos nos vuelven muy vulnerables al estrés. La solución a esto es aprender a conocerse mejor, evaluar las fuerzas y posibilidades de cada uno y tomar conciencia de los propios límites.

Cuando nos sentimos tensas y angustiadas debemos reconocer la situación para tratar de averiguar cuál es el factor desencadenante de esa sensación. Este es el primer paso para manejar y controlar el estrés.
Los focos de tensión pueden localizarse en: excesó de trabajo, frustraciones, incer-tidumbre, ansiedad, exceso de ruido, falta de descanso, escaso tiempo libre y cambios en la alimentación.
El primer paso es hacer una lista de objetivos de primera, segunda y tercera importancia. Esto la ayudará a tener claras cuáles son las prioridades.
A cada cosa otorgúele el tiempo requerido para completarla con tranquilidad. Asimismo, reserve un tiempo para imprevistos.
Un punto que muchas veces se olvida: aprender a delegar y a pedir ayuda cuando la necesitamos.
Al organizar sus compromisos no se olvide de reservar un tiempo para relajarse realizando alguna actividad totalmente diferente que la ayudará a descansar su espíritu.